«haciendo lo que más me gusta»

Desde que el hombre se constituyó como tal, ha empeñado su existencia en preguntar. Somos criaturas  constituidas por la duda, y es esta, el motor primario, el verdadero motor inmóvil que Aristóteles siempre soñó.  Toda acción se ve condicionada por un signo de interrogación. Los libros de filosofía no son más que un basto compendio de preguntas que siempre hemos tenido, acompañado, claro esta , de bastas reflexiones entorno a estas inquietudes.

Desde los filósofos presocràticos hasta los sistemas de pensamiento contemporáneos se han dado los mismos cuestionamientos una y otra vez: quienes somos? Por que estamos aquí? Hacia donde vamos? Clichés todos de esta era posmoderna y de todas las eras anteriores. Quizá solamente la filosofía oriental a través de sus reflexiones sobre el vacío logra evadir algunas preguntas.

En un momento de epifanía, y tratando de aportar un granito de reflexión filosófica a este mundo que con cada segundo se devalúa más, he logrado resolver una de las grandes  preguntas que atormentan la mente de todo adolescente y ser humano (nótese que los adolescentes no son del todo humanos). Queridos lectores, sé que día a día ustedes se preguntan y en esta ardua labor de echar a rodar la piedra que habita dentro de nuestros cráneos, sufren y se desquebrajan. Sé que día a día ustedes dedican un momento de su valioso tiempo  a resolver lo que yo ya he resuelto. No teman más, su angustia será eliminada. Para todos aquellos que encuentran el eje de su existencia en tan profunda reflexión va este post.  Para usetdes que siempre se han preguntado (can can can!!!!!) COMO SERÍA SI YORCH Y CANO TRABAJARAN EN UNA TIENDA DE ELECTRODOMÉSTICOS? he aquí la respuesta, ahora pueden descansar:  

3 respuestas to “«haciendo lo que más me gusta»”

  1. Lady Stardust Says:

    Gracias!! Al fin me has quitado un peso de encima y podré dormir tranquila, sin esa pregunta taladrándome las neuronas…

  2. johnimonlydancing Says:

    No hay nada que agradecer, yo estoy para servir a la comunidad 🙂

  3. Si te creo. Esperemos que esa tienda de electrodomésticos no sea un radioshack, de lo contrario el juego de luces sería insufrible para las neuronas y se pasarían horas esquivando a los coches de control remoto, que alborotados por el beat y el «dancin» se rebelarían vs sus pies.

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